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Protusión Discal

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La Protusión Discal se define como un disco intervertebral que se ha aplanado y expandido (o abultado) hacia el canal espinal. Esto es comúnmente causado por una presión continua de la columna contra el disco, generando una pérdida de forma y altura. Un error es pensar que todos los discos protruidos o abultados causan dolor y otros síntomas. Sin embargo, cualquier patología discal sólo generará dolor cuando comprime estructuras nerviosas en su vecindad con el canal espinal.

Si un disco deformado causa la compresión del canal espinal, Protusión Discal, usted puede experimentar dolor, adormecimiento, hormigueo y /o debilidad muscular. La localización exacta de estos síntomas van a depender de la posición de su disco intervertebral afectado.

  • Columna cervical (cuello) : cuello, hombros, parte alta de la espalda, brazos.
  • Columna torácica (parte media de la espalda): costillas, torso y órganos internos.
  • Columna lumbar (parte baja de la espalda): caderas, glúteos y piernas.

El dolor es usualmente el factor que hace que el paciente busque tratamiento frente a una Protusión Discal. Antes de que su médico pueda recomendarle un procedimiento, deberá realizar un proceso diagnóstico, para lo cual necesitara realizar:

  • Examen físico: valorar en una exploración física la fuerza, sensibilidad y los reflejos del paciente. Esto puede determinar la extensión de la lesión.
  • Resonancia magnética: Nos ayuda a visualizar con detalle las imágenes de partes blandas y óseas de cuello y columna.
  • Radiografía dinámica: Es importante descartar que el daño a nivel discal no viene dado por una inestabilidad en el segmento vertebral. Esta radiografía nos aporta información sobre cómo se comporta su columna en movimiento

Hay dos categorías principales para el tratamientos de la Protusión Discal: conservadora (no quirúrgica) y quirúrgica. Un porcentaje importante de pacientes que sufren un dolor moderado por una protusión discal pueden encontrar alivio de su dolor y síntomas a través de un régimen de tratamiento conservador.

  1. Tratamiento conservador: el objetivo de estos tratamientos es restaurar los espacios normales existentes entre el disco y las estructuras vecinas mediante el fortalecimiento de los músculos que rodean la zona, liberando de parte de la presión que se ejerce sobre los discos y nervios. Se utiliza:
    • Kinesioterapia: fortaleciendo músculos en el cuello y espalda, modificación de postura y utilización de estimulación eléctrica transcutánea del nervio (TENS). También se utilizan compresas frío/ caliente.
    • Cambios en el estilo de vida: controlar el peso y realizar ejercicios de bajo impacto puede lograr que la presión del disco disminuya.
    • Medicamentos: un porcentaje importante de pacientes se pueden beneficiar de tratamientos con antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos. A veces también se necesitan relajantes musculares.

Tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo: Si el tratamiento conservador no logra proveer un suficiente alivio, debe consultar a nuestros médicos para ser considerado para un procedimiento mínimamente invasivo.

  1. Bloqueo foraminal y facetario
  2. Nucleoplastía y anuloplastía del disco con ayuda de láser.
  3. Lavado intradiscal
  4. Extracción de fragmentos discales si la protusión evoluciona y comprime estructuras nerviosas.

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